Sí, las cifras son duras. Pero la realidad, contada por quienes la viven, tiene mucha más fuerza que cualquier estadística.
Porque trabajar con una discapacidad no solo es posible, también es valioso, necesario y, a menudo, revolucionario. En este artículo, te vamos a contar lo que muchas veces se omite: los obstáculos reales, sí, pero también los logros, las historias que inspiran y las herramientas que están cambiando las reglas del juego.
¿Por qué seguimos hablando de inclusión laboral?
Porque todavía hay mucho por hacer. En España, las personas con discapacidad representan un 6,2% de la población en edad de trabajar. Pero su tasa de empleo sigue siendo 40,5 puntos inferior a la del resto de la población. A pesar de que muchos tienen experiencia, formación y un compromiso enorme, las oportunidades no llegan tan fácilmente.
🔍 Dato clave: El 73% de las personas con discapacidad en edad laboral tiene entre 45 y 64 años. Experiencia, madurez, ganas. ¿Qué más necesita el mercado para entenderlo?
Las barreras están… pero se pueden romper
Aunque hay leyes que promueven la igualdad, en la práctica aún nos encontramos con muros que no deberían existir:
- Barreras físicas: oficinas sin rampas, transporte inaccesible, baños que no se pueden usar en silla de ruedas.
- Barreras tecnológicas: programas sin compatibilidad con lectores de pantalla, software que no permite personalización.
- Barreras mentales: prejuicios, estereotipos y la eterna duda de “¿podrá con este puesto?”
Historias que derriban prejuicios
Nada como escuchar a quienes ya lo están haciendo.
⭐ Axel, desarrollador web y tetrapléjico:
Pensé que sería imposible. Hoy trabajo en lo que me gusta con un ratón trackball y un teclado mecánico. No necesito más.

🧠 Pau Bach, fundador de Batec Mobility:
Tetrapléjico, sí. Inventor, emprendedor y motor de cambio también. Pau creó Batec no solo para moverse mejor, sino para cambiar vidas. Rodeado de un equipo diverso, muchos también con discapacidad, consiguió liderar una empresa que hace las cosas distintas. Desde dentro y con conocimiento real.
🚛 José Miguel Avellà, empresario del transporte:
Después de su lesión medular, no se rindió. Siguió al frente de la empresa que había fundado antes del accidente, demostrando que el liderazgo no entiende de barreras.
José Miguel Avellà durante una visita de Lydia Valentín a las instalaciones de Trans-Avellà.
🏃♀️ Teresa Silva, fundadora de Fundación También:
El deporte cambió su vida, y ella decidió que tenía que cambiar la de muchos más. Hoy, su fundación acerca el deporte adaptado a miles de personas en toda España.
¿Y si el camino no está hecho? Invéntalo
Para muchas personas, el empleo tradicional no siempre es viable. Pero eso no significa que se queden quietas.
El emprendimiento se convierte entonces en una vía de libertad, flexibilidad y autorrealización. Crear tu propia empresa puede ser el mejor modo de diseñar un entorno adaptado a ti, y no al revés.
Derechos que debes conocer (y exigir)
Trabajar con una discapacidad no debería implicar tener que pelear el doble. Existen derechos específicos que protegen a las personas con discapacidad:
- Ajustes razonables en el puesto (horarios flexibles, herramientas adaptadas…).
- Bonificaciones para empresas que contratan (sí, también es una ventaja para el empleador).
- Cuotas obligatorias en empresas de más de 50 empleados.
- Acceso a programas de inserción laboral como los de Fundación ONCE, Inserta Empleo o Integralia.
Conclusión: Talento hay de sobra, solo falta mirar bien
Las personas con discapacidad no son “casos especiales”. Son profesionales. Con ganas, con historias, con ideas que transforman. La inclusión no es solo una cuestión de justicia: es una oportunidad que muchas empresas aún no han sabido ver.
Así que, si eres una persona con discapacidad: cree en tu talento, no en tus etiquetas.
Si eres empleador: deja de mirar el currículum con filtros anticuados.
Y si solo estás curioseando: bienvenido, esto también va contigo.
Porque la inclusión no es un favor. Es una evolución necesaria.