La historia de Teresa Silva (parapléjica, Sevilla), fundadora de la Fundación También, es un ejemplo de cómo las personas con discapacidad pueden sumar para mejorar la vida dentro del colectivo.
Teresa era parte de la Selección Española de Parapente cuando, en el año 1989, sufrió un accidente durante un entrenamiento con una lesión medular como resultado. En el año 2000 puso en marcha la Fundación También con el objetivo de “integrar socialmente las personas con discapacidad a través de todo tipo de deportes que se puedan practicar de forma inclusiva, al aire libre y en contacto con la naturaleza.”
Periodista y licenciada en lengua y civilización inglesa, francesa y alemana, decidió compatibilizar su carrera deportiva con su faceta laboral. Fue redactora en revistas especializadas en aviación deportiva y se focalizó en su empresa Nueva Aviación, que en la actualidad ya no existe.
Después del accidente, siguió trabajando, pero se mantuvo alejada del mundo deportivo durante ocho años al no encontrar ningún deporte que le gustase. “Hubo un gran vacío en mi vida deportiva y de ocio hasta que en 1998 pude probar el esquí alpino adaptado.”
El esquí alpino adaptado supuso un cambio en su vida. Teresa se familiarizó con el mundo de la discapacidad, con el que había tenido poco contacto. “Esa experiencia me enriqueció mucho como persona y fue cuando entendí que no me podía mantener al margen de un colectivo al que yo pertenecía”.
La necesidad vital de compartir su experiencia la impulsó a poner en marcha sus dos proyectos más importantes. Por una parte, el primer equipo de exhibición y competición de esquí alpino adaptado (el equipo Santiveri) y, por otra, la Fundación También.
“Los comienzos de la fundación fueron difíciles. Gracias a la ayuda de empresas solidarias, miembros del patronato, beneficiarios y voluntarios, logramos sacarla adelante y convertirla en lo que es hoy en día”. Un claro referente en la difusión del ocio y el deporte adaptados en España.
Como deportista, Teresa se siente especialmente orgullosa de los títulos que ha obtenido. Unos como campeona de España en esquí y otros como campeona de la Comunidad de Madrid en vela, sus dos deportes fetiches. En su vida personal, está casada y le encanta disfrutar de la gran familia unida a la que pertenece.
La respuesta de la gente a las propuestas de la fundación ha sido espectacular. Me siento muy orgullosa y afortunada de que tantas personas con discapacidad hayan encontrado una vía de bienestar y satisfacción personal haciendo deporte.
Pero como la propia Teresa afirma, “no todo en la vida es hacer deporte” y a ella también le gusta “salir de casa arreglada sin acabar asfixiada, sudorosa y despeinada”. Para ello, usa su handbike Batec, que le ayuda a en su día a día, en los eventos que organiza con la Fundación y le acompaña en la práctica de vela y esquí alpino. “Soy la recadera oficial del equipo. Voy y vengo de un lado a otro de los interminables puertos deportivos en un santiamén.”
